La Cristalomancia
La adivinación a través de la bola de cristal, se llama Cromniomancia o Cristalomancia.
La cristalomancia es una técnica de percepción y adivinación antiquísima que se atribuye, en otros factores, a que la estructura de cada cristal vibra a una frecuencia distinta en función de su naturaleza. Desde el punto de vista esotérico, esta vibración es capaz de sintonizar en el plano espiritual con distintos aspectos de la vida de una persona, de esta forma los cristales en manos del vidente, son capaces de aportar datos sobre el futuro del consultante en distintas áreas de su vida.
A través de los cristales no sólo se obtienen mensajes del futuro, sino también consejos, caminos que el consultante deberá seguir o actitudes que deberá cambiar para gobernar mejor su vida.
Los cristales son formas de energía muy variadas. Cada cristal tiene sus propias cualidades únicas e irrepetibles que están en función de cómo se haya formado. En este sentido, incluso la misma piedra puede tener más o menos intensidad. No es lo mismo por ejemplo un cuarzo transparente totalmente pulido que un cuarzo transparente con grietas. Por ello es que hay que tener mucho cuidado con el uso de este tipo de energías, no sea que sin darnos cuenta en vez de vernos favorecidos, nos estemos viendo perjudicados.
Además es MUY IMPORTANTE, tener presente que los cristales deben tener un mantenimiento regular para poder aprovecharnos realmente de la gama infinita de posibilidades positivas que nos ofrecen. Por ello debemos limpiarlos y recargarlos correctamente de forma asidua y frecuente; sobre todo si los vamos a usar con mucha frecuencia.
Para trabajar con los cristales necesitamos que las piedras o gemas estén lo mejor pulidas posible puesto que siguen la ley de la armonía por la cual el pulido armonioso de un cristal determinará la energía armoniosa que emita. Por lo tanto, cuanto más puro sea, más pura será su energía o vibración.
La cristalomancia constituye uno de los métodos adivinatorios más exóticos, misteriosos y añejos, sus usos y aplicaciones místicas se pueden trazar desde la época de la desaparecida Atlántida.
Para visualizar el futuro por este medio se utiliza la bola de cristal, los cuarzos y los espejos entre otros elementos de gran utilidad etérea, con el paso de los siglos se fue rezagando su práctica, sin embargo en la actualidad se puede constatar que este arte esotérico para contemplar el futuro ha retomado un gran auge.
Según cuenta la leyenda, fue el mago Merlín uno de los principales precursores de la cristalomancia durante el ciclo bretón; quinientos años después, a mediados del siglo XVI en Inglaterra, nació el notable síquico John Dee quien retomó las prácticas de lectura oculta con la bola de cristal y en plena mocedad existencial, comenzó a realizar predicciones casi exactas acerca de una singular cantidad de eventos que ocurrirían años después en las postrimerías de su existencia.
Fueron tan acertados sus pronósticos que la reina Isabel I (1533-1603) hija de Enrique VIII, lo nombró su astrólogo y consejero de cabecera. Gracias a John Dee se hicieron estudios profundos sobre este método de adivinación y con el correr de los años se han desarrollado técnicas para inducir visiones prolongadas que desembocan en presagios sorprendentes.
la bola de cristal
La bola de cristal es un instrumento adivinatorio, que ha perdurado como herencia del pasado, y es un testigo mudo de la evolución de los tiempos.
Todo el mundo ha oído hablar de la bola de cristal, sin embargo se presenta como un gran enigma, que muchos desconocen.
En esta nueva sección, vamos a estudiar su origen, y su uso o aplicación, a fin de que esta desconocida, nos muestre el mundo de posibilidades que ofrece.
La Bola de Cristal es uno de los oráculos más antiguos de la historia de las Artes Adivinatorias que nace tras la observación de las aguas de los ríos. Su interpretación es mucho más fácil de lo que puede parecer a simple vista. Sólo es preciso relajarnos y zambullirnos en su interior, con la mente abierta y el espíritu relajado.
Aunque este oráculo de adivinación, el más antiguo y practicado en todo el mundo, parezca muy complejo, no lo es, bastará para practicarlo, buena disposición y paciencia.
La lectura de la bola de cristal es un método que induce al operador a ver con mayor claridad hechos pasados, presentes y futuros, de acuerdo a las formas, colores y movimientos que su ojo puede percibir dentro de la misma.
Hay quien sustituye la clásica esfera de cristal por un vaso lleno de agua sin embargo este es un método diferente de adivinación llamado lectura del agua.
Para leer la bola de cristal necesitaremos mucha paciencia y voluntad. Al principio pensaremos que lo que tenemos frente a nosotros es un simple cristal esférico en el que, por mucho mirar, no veremos nada. Es lo normal. Pero con el tiempo, a medida que nos acostumbremos a desenfocar la mirada al tiempo que nuestros ojos se centran en el interior de la bola, comenzarán a surgir símbolos. En las primeras prácticas de observación veremos puntos negros, manchas de formas extrañas, rayas o incluso nubes. Vamos por buen camino. Con un poco más de tiempo lograremos ver símbolos o quizá imágenes mucho más definidas. Cuando ello sea así, estaremos en condiciones de comenzar a preguntar
La adivinación a través de la bola de cristal, se llama Cromniomancia o Cristalomancia.
La cristalomancia es una técnica de percepción y adivinación antiquísima que se atribuye, en otros factores, a que la estructura de cada cristal vibra a una frecuencia distinta en función de su naturaleza. Desde el punto de vista esotérico, esta vibración es capaz de sintonizar en el plano espiritual con distintos aspectos de la vida de una persona, de esta forma los cristales en manos del vidente, son capaces de aportar datos sobre el futuro del consultante en distintas áreas de su vida.
A través de los cristales no sólo se obtienen mensajes del futuro, sino también consejos, caminos que el consultante deberá seguir o actitudes que deberá cambiar para gobernar mejor su vida.
Los cristales son formas de energía muy variadas. Cada cristal tiene sus propias cualidades únicas e irrepetibles que están en función de cómo se haya formado. En este sentido, incluso la misma piedra puede tener más o menos intensidad. No es lo mismo por ejemplo un cuarzo transparente totalmente pulido que un cuarzo transparente con grietas. Por ello es que hay que tener mucho cuidado con el uso de este tipo de energías, no sea que sin darnos cuenta en vez de vernos favorecidos, nos estemos viendo perjudicados.
Además es MUY IMPORTANTE, tener presente que los cristales deben tener un mantenimiento regular para poder aprovecharnos realmente de la gama infinita de posibilidades positivas que nos ofrecen. Por ello debemos limpiarlos y recargarlos correctamente de forma asidua y frecuente; sobre todo si los vamos a usar con mucha frecuencia.
Para trabajar con los cristales necesitamos que las piedras o gemas estén lo mejor pulidas posible puesto que siguen la ley de la armonía por la cual el pulido armonioso de un cristal determinará la energía armoniosa que emita. Por lo tanto, cuanto más puro sea, más pura será su energía o vibración.
La cristalomancia constituye uno de los métodos adivinatorios más exóticos, misteriosos y añejos, sus usos y aplicaciones místicas se pueden trazar desde la época de la desaparecida Atlántida.
Para visualizar el futuro por este medio se utiliza la bola de cristal, los cuarzos y los espejos entre otros elementos de gran utilidad etérea, con el paso de los siglos se fue rezagando su práctica, sin embargo en la actualidad se puede constatar que este arte esotérico para contemplar el futuro ha retomado un gran auge.
Según cuenta la leyenda, fue el mago Merlín uno de los principales precursores de la cristalomancia durante el ciclo bretón; quinientos años después, a mediados del siglo XVI en Inglaterra, nació el notable síquico John Dee quien retomó las prácticas de lectura oculta con la bola de cristal y en plena mocedad existencial, comenzó a realizar predicciones casi exactas acerca de una singular cantidad de eventos que ocurrirían años después en las postrimerías de su existencia.
Fueron tan acertados sus pronósticos que la reina Isabel I (1533-1603) hija de Enrique VIII, lo nombró su astrólogo y consejero de cabecera. Gracias a John Dee se hicieron estudios profundos sobre este método de adivinación y con el correr de los años se han desarrollado técnicas para inducir visiones prolongadas que desembocan en presagios sorprendentes.
la bola de cristal
La bola de cristal es un instrumento adivinatorio, que ha perdurado como herencia del pasado, y es un testigo mudo de la evolución de los tiempos.
Todo el mundo ha oído hablar de la bola de cristal, sin embargo se presenta como un gran enigma, que muchos desconocen.
En esta nueva sección, vamos a estudiar su origen, y su uso o aplicación, a fin de que esta desconocida, nos muestre el mundo de posibilidades que ofrece.
La Bola de Cristal es uno de los oráculos más antiguos de la historia de las Artes Adivinatorias que nace tras la observación de las aguas de los ríos. Su interpretación es mucho más fácil de lo que puede parecer a simple vista. Sólo es preciso relajarnos y zambullirnos en su interior, con la mente abierta y el espíritu relajado.
Aunque este oráculo de adivinación, el más antiguo y practicado en todo el mundo, parezca muy complejo, no lo es, bastará para practicarlo, buena disposición y paciencia.
La lectura de la bola de cristal es un método que induce al operador a ver con mayor claridad hechos pasados, presentes y futuros, de acuerdo a las formas, colores y movimientos que su ojo puede percibir dentro de la misma.
Hay quien sustituye la clásica esfera de cristal por un vaso lleno de agua sin embargo este es un método diferente de adivinación llamado lectura del agua.
Para leer la bola de cristal necesitaremos mucha paciencia y voluntad. Al principio pensaremos que lo que tenemos frente a nosotros es un simple cristal esférico en el que, por mucho mirar, no veremos nada. Es lo normal. Pero con el tiempo, a medida que nos acostumbremos a desenfocar la mirada al tiempo que nuestros ojos se centran en el interior de la bola, comenzarán a surgir símbolos. En las primeras prácticas de observación veremos puntos negros, manchas de formas extrañas, rayas o incluso nubes. Vamos por buen camino. Con un poco más de tiempo lograremos ver símbolos o quizá imágenes mucho más definidas. Cuando ello sea así, estaremos en condiciones de comenzar a preguntar
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